domingo, 27 de febrero de 2011

"La gratitud es de diferentes tipos"

La gratitud es de diferentes tipos. Hay un agradecimiento verbal que está limitado a una mera expresión de gratitud. Ello no es de importancia porque quizá la lengua pueda dar gracias en tanto el corazón no esté consciente de ello., muchos de los que ofrecen gracias a Dios lo hacen de esta manera; sus espíritus y corazones están inconscientes de la acción de gracias. Esto es sólo un formalismo igual a cuando nos presentamos o recibimos un regalo y decimos gracias, diciendo las palabras sin significado. Uno puede decir gracias mil veces en tanto el corazón permanece ingrato, desagradecido. Por tanto, el mero agradecimiento verbal no tiene efecto.


El agradecimiento real es dar gracias en forma cordial, desde el corazón. Cuando el hombre en respuesta a los favores de Dios manifiesta sentimientos de conciencia, el corazón es feliz, el espíritu se regocija. Estos sentimientos espirituales son la acción de gracias ideal.


Existe también un agradecimiento cordial que se expresa en los hechos y acciones del hombre cuando su corazón está lleno de gratitud. Por ejemplo, Dios ha conferido al hombre el don de la guía, y en agradecimiento por esta gran generosidad ciertos hechos emanan de él. Para expresar su gratitud por los favores de Dios, el hombre debe realizar acciones dignas de alabanza. En respuesta a estos dones debe hacer buenas acciones, ser sacrificado, amar a los siervos de Dios, incluso perder la vida por ellos, mostrar bondad a todas las criaturas. Debe desprenderse del mundo, estar atraído hacia el Reino de Abhá con el rostro radiante, la lengua elocuente, el oído atento, esforzándose día y noche para logar el beneplácito de Dios. Todo lo que desee hacer debe estar en armonía con el beneplácito de Dios. Debe observar y ver cuál es la Voluntad de Dios y actuar de acuerdo a ella. No hay duda de que tales hechos loables son el agradecimiento por los favores de Dios.


Considerad cuán agradecido se vuelve alguien que ha sido curado de una enfermedad cuando es tratado bondadosamente por otro o cuando otro le rinde un servicio aunque sea de poca importancia. Si olvidamos tales favores, ello es evidencia de ingratitud. Luego se dirá que una bondad amable ha sido realizada, pero todos somos desagradecidos, si no apreciamos este amor y favor. Física y espiritualmente estamos sumergidos en el mar del favor de Dios. Él ha provisto nuestros alimentos, bebidas y otras necesidades; Sus favores nos rodean desde todas direcciones. Los sustentos provistos para el hombre son bendiciones. La vista, el oído y todas sus facultades son dones maravillosos. Estas bendiciones son inconmensurables, no importa cuántas se mencionen, siguen siendo infinitas.


Tomado de: LA PROMULGACIÓN DE LA PAZ UNIVERSAL

Charlas pronunciadas por 'Abdu'l-Bahá durante Su visita a los Estados Unidos y Canadá en 1912 (‘Charla 83’)