jueves, 1 de diciembre de 2011



"¡Oh el mejor de los Protectores!

En el Nombre de Dios, el Exaltado.

¡Mi dulce vida! ¡Dios te preserve!

No se debe a la tristeza que no haya escrito antes,

Ni tampoco se debe a que Mi corazón estuviera afligido.

No, Mi mano te escribió,

Pero Mis lágrimas borraron las palabras.

Dios es Mi testigo de que, desde el momento de nuestra separación,

me han sobrecogido tantas penas que no pueden ser descritas.

Pero como todos estamos atados al destino,

es lo que ha sido decretado para Nosotros."


Hazrate Báb.

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