domingo, 12 de julio de 2009

Querido papá

El 30 de enero de 2009, Iran Press Watch publicó un relato escrito por Abdulá Shahbazi en el que saca a la luz la publicación y distribución exhaustivas de los nombres y los datos de muchos de los bahá’ís de Shiraz en toda la ciudad. Entre estos nombres figuran los de varios bahá’ís que habían fallecido hace algún tiempo. La siguiente es una traducción de una carta del hijo de uno de aquellos bahá’ís fallecidos. Iran Press Watch desea hacer saber a sus lectores que, si bien durante los dos últimos meses ha estado en posesión de esta vergonzosa publicación (la lista de los bahá’ís de Shiraz), ha decidido no publicarla y no contribuir a la terrible y reprobable actuación de las autoridades iraníes.

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Querido papá:

He visto tu nombre en la lista de profesiones de los bahá’ís en Shiraz. Han transcurrido siete meses desde que falleciste. Fue unos siete años antes cuando te viste obligado a abandonar tu trabajo. La vejez, el temblor de tus manos y el dolor de la muerte de mamá se llevaron tu capacidad para seguir trabajando.

Vivías con las escasas donaciones que te concedían las “respetadas autoridades”. Veinte años después de que te retiraran la pensión pensabas que se había producido una pequeña mejoría en el tratamiento de los bahá’ís. Lo único que les pedías a las queridas autoridades era que te pagaran el dinero de tu propia contribución al fondo de pensiones que habías constituido a lo largo de tus treinta años de servicio honrado, enseñando a los niños bajo el calor de Abadan. No esperabas tener una vida cómoda, sólo un estilo de vida modesto en los últimos años de su existencia. Después de mucha correspondencia, te dieron una cantidad mensual escasa, una sexta parte de lo que tenías derecho a cobrar por ley.

Ahora, tu nombre aparece en la larga lista de trabajadores, cada una de cuyas profesiones requiere el uso del “agua” u “otros líquidos”, lo que convierte al objeto tocado por los bahá’ís en algo “sucio” o “intocable”. Es ridículo. Se explica que, puesto que la reparación de automóviles requiere el uso de “agua”, el automóvil se convierte en “intocable”; ya que un óptico utiliza soluciones líquidos para limpiar lentes, las gafas se convierten en “intocables”. En el siglo XXI, ¿las personas civilizadas no se ríen de tales argumentos? ¡En una ocasión carecieron de la creatividad suficiente como para calificar las profesiones de la industria de la confección de “intocables”!

En la parte superior de la lista está escrito: “Bahá’ís que tienen profesiones en Shiraz”. ¿Esperaban que los bahá’ís, después de ser despedidos de sus puestos de trabajo o de perder sus pensiones, se sentaran a mirar la pared, o que laboraran en un lugar de trabajo “imaginario”?

Siempre y en todo el mundo, se entiende la jubilación como un momento para el descanso y el disfrute de la vida. Sin embargo, en lugar de la jubilación, comenzaste tu nueva profesión y trabajaste quince años, brindando orgullo a tu familia. No les diste la satisfacción de ver cómo te rendías desesperado. Si hubiera ocurrido en algún otro lugar en vez de en Irán, se habrían hecho cuentos y películas sobre la fortaleza y la determinación de personas como tú. Desgraciadamente, con “intenciones poco claras” y, por supuesto, mediante un “esfuerzo inútil”, publicaron las listas de los que vivían con integridad, quienes respondían a la enemistad con la amabilidad.
Querido papá, ver tu nombre en la lista me trajo recuerdos del pasado. Recuerdo que nos reíamos y decíamos: decídete por el país que estamos espiando - ¿es Rusia o Inglaterra, Estados Unidos o Israel? Papá, ¿recibías información sensible y clasificada de los hijos de trabajadores pobres de la refinería de petróleo o de los mercados y comerciantes de ropa? ¿Cómo es que somos espías sin sueldo, y según el testimonio que aparece al comienzo de la mencionada “lista”, incluso proporcionamos ayuda financiera a Israel? ¿Qué tipo de espías somos nosotros, quienes nos presentamos a nosotros mismos de manera abierta y escribimos “bahá’í” en todos los impresos que nos preguntan de qué religión somos? ¡Papá, si no hubieras rellenado la columna de la religión con honradez, habrías recibido tu pensión y yo me habría graduado en la universidad hace 17 o 18 años!

En cualquier película o cuento que he visto o leído, los espías mantienen sus identidades en secreto. ¿Por qué somos tan estúpidos? ¡Esto es complicado, mi mente no puede comprenderlo, tal vez los autores de esos comentarios puedan ofrecer alguna aclaración!

¿Carece la honradez de tanto valor que si hubieras mentido, y en lugar de “bahá’í” hubieras escrito “musulmán” en las columnas de la religión de los impresos de empleo, o de los impresos de matrícula en las escuelas y universidades, que ahora estarían aplaudiendo, te habrían hecho la vida mas fácil y nos estarían diciendo ‘bienvenidos a nuestra religión’?

Hay muchas personas como aquel joven que te recordaba desde hace muchos años cuando tú eras su profesor. Al entregarte la carta de despido, se sentía avergonzado de hacer lo que se le ordenó hacer. En sus ojos se podía ver agradecimiento y respeto por ti.

Espero que algún día la honestidad y la constancia den sus frutos, y que más y más personas comiencen a defender los derechos humanos fundamentales.

Con mucho cariño,

Tu hijo.Enlace

REF.: http://www.iranpresswatch.org/es/

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